sexta-feira, 11 de novembro de 2016

Nuestro Fútbol puede caer más bajo?



El 10 de noviembre de 2016 nuestra selección Boliviana escribió una de las páginas más tristes de su historia (si no la más), siendo vapuleada por una Venezuela que históricamente es la única selección contra la que tenemos una retrospectiva favorable. 


Nos pasó por encima un equipo que en diez partidos tan solo había obtenido dos puntos y es que hoy por hoy esa es nuestra realidad, más allá de que los puntos retirados en mesa determinarán nuestra posición en la tabla, nuestra realidad es que después de 11 partidos somos los últimos con 4 puntos, 9 Goles a favor (el peor de toda Sudamérica en este rubro) y 31 en contra (equipo que más goles recibió). Desconsiderando el castigo de FIFA nuestros números no mejoran, 8 puntos, 11 goles a favor y 25 en contra, seguimos teniendo el menor número de goles marcados igualados con Paraguay y Argentina, en el rubro de goles recibidos solo Venezuela se encuentra debajo nuestro habiendo recibido 26 goles, la misma a la que nuestra selección no pudo hacerle ni un gol. El gol diferencia de Bolivia es igual a -14, el peor de todas las selecciones participantes. Los fríos y simples números muestran nuestra realidad, la selección de Bolivia está perdida no sabe a qué jugar, no es fuerte en ningún lugar de la cancha y peor aún resulta imposible encontrar una virtud técnico táctica a un equipo que deambula por la cancha sin saber qué hacer. Cuando salimos de nuestro territorio la selección siempre intenta esperar al rival en nuestro campo, intentando ser bastante compactos y cuando tenemos la pelota intentar hacer daño como se pueda, en palabras más simples aun, defendernos como sea y esperar una pelota parada. Esta forma de jugar a lo largo de la eliminatoria nos ha rendido tan solo un punto ante Chile, estuvimos cerca de conseguir resultados en Ecuador y Paraguay, donde nuestros valientes guerreros no pudieron aguantar el último tramo del partido.  Estos tres partidos en los cuales tuvimos un mejor rendimiento como visitante se dan solamente por el amor propio, grandes actuaciones de nuestros arqueros y un poco de suerte, pero cuando falta un poquito de estos tres ingredientes pasa lo que paso ayer, cuando nuestro gran héroe en Chile comete errores infantiles y tiene un rendimiento muy por debajo de su nivel no encontramos respuestas, en menos de 15 minutos ya habíamos recibido dos goles y no hay fuerza de voluntad que nos saque adelante, nuestros jugadores se deprimen se vienen abajo así como todos los Bolivianos que acompañamos por la pantalla chica, no tienen respuestas no saben cómo hacer daño al rival, el libreto no es claro, hasta ahora no lo es con Hoyos ni lo fue con ninguno de los últimos técnicos que pasaron por la selección en los últimos años. 

El plan de juego cuando jugamos de local mejora un poco gracias a la única virtud de la Selección, y convengamos la misma es totalmente ajena al campo de juego, nuestra fiel “Altura”, la que mete miedo a los rivales, aunque cada vez menos, nos permite intentar proponer un poco más de mitad de cancha para adelante, todos los Directores Técnicos que pasan por nuestro banquillo nos dicen lo mismo la forma de jugar aquí es con mucha velocidad, laterales rápidos con mucho ida y vuelta, abrir la cancha para envolver al rival. Estamos ya cansados de escuchar este mismo discurso y ver en la cancha una cosa totalmente diferente. 

Nada en contra del actual entrenador pero necesitamos a alguien mejor, que sea más capacitado, que pueda dejar más enseñanzas, porque si señoras y señores el técnico hace la diferencia, salvando las diferencias analicemos lo que pasa con los grandes de Sudamérica, Brasil hace 5 fechas estaba fuera de zona de clasificación sin identidad futbolística y perdido en la cancha, hoy por hoy con el mejor técnico brasilero al frente del equipo recupera el respeto de a poco y es el primer colocado en la clasificatoria. Argentina que esta comandada por un técnico que no está capacitado para dirigir a una Selección de este porte y llego ahí por los problemas políticos de AFA y las pocas opciones en el mercado, está perdida no sabe a qué juega y sus chances de ir a Rusia están seriamente amenazadas, no es una gran predicción pero seguramente después de la siguiente fecha Argentina buscara otro director técnico. El técnico hace la diferencia y tenemos que buscar a nuestro “Tite”, tenemos que buscar a la persona que sea el capitán de un nuevo proyecto. Los bolivianos queremos hacer buenos partidos, ver que nuestro equipo tiene un crecimiento gradual, entender a qué jugamos, basta de ilusionarnos con un buen resultado para después volver a la realidad. Es hora de apostar más fuerte y buscar alguien aún más preparado que nos permita crecer, alguien que nos pueda enseñar, alguien que haya triunfado fuera del país y pueda ayudarnos a crecer. Muchos creen que no existe dinero para un buen profesional, Bolivia recibe al igual que todas las Federaciones montos considerables, el problema es que no hacemos nada con ellos. Necesitamos otro modelo de gestión gente joven que esté dispuesta a ayudar al fútbol y no a vivir del mismo, gente que no quiera perpetuarse en un cargo y que más bien quiera dejar huella y enseñanzas.

Por ultimo quiero hablar del jugador Boliviano, esos muchachos que dan la cara, que se ponen la verde y son el blanco de críticas de la gran parte de la prensa y del país. Es justo que seamos tan críticos con estos muchachos que no tienen las condiciones suficientes para crecer profesionalmente, resulta imposible comparar las condiciones en las que se forjaron las estrellas de nuestros rivales y las nuestras. En Bolivia no valoramos a los deportistas, no existe una estructura que nos permita prepararnos y estar listos para competir contra nuestros pares sudamericanos. El futbolista Boliviano tiene talento pero no le permiten crecer, la gran mayoría no consigue salir a jugar fuera del país y los que salen acaban siendo coadyuvantes en países sin tradición futbolística, hace mucho que no tenemos un jugador que destaque en ligas sudamericanas y menos europeas, acaso nuestros jugadores no tienen talento o no pueden competir al más alto rendimiento en otros países. Yo soy uno de aquellos que creen que están capacitados pero esta generación de futbolistas sufre con que nuestro fútbol ha sido totalmente desvalorizado, ningún club en Sudamérica está dispuesto a contratar un jugador de la peor selección de Sudamérica. Los futbolistas Bolivianos consiguen llegar a un nivel jugando en los torneos locales y sin poder migrar a otros países no pueden seguir desenvolviéndose y quedan presos en ese nivel, necesitamos volver a exportar jugadores, esa es otra de las lagunas de nuestro fútbol. 

Es hora de decir basta, no podemos caer más abajo, nuestro fútbol ha tocado fondo una vez más, es hora de crear una filosofía de fútbol para nuestra Selección y recuperar el respeto de nuestros rivales a partir de un proyecto serio porque los Bolivianos merecemos tener derecho a soñar en vernos una vez más en un mundial.

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